Cómo aumentar los glóbulos blancos bajos
Los glóbulos blancos bajos (también conocido como linfocitopenia) pueden ser una señal de varias enfermedades. Estos son un tipo de células de defensa del cuerpo, lo que significa que juegan un papel importante en nuestro sistema inmunológico. Aquí hay algunas formas probadas para ayudar a prevenir o aliviar los bajos niveles de glóbulos blancos:
Comer bien
Una dieta nutritiva es importante para mantener un sistema inmunológico saludable. Se recomienda consumir alimentos saludables como verduras frescas, frutas, productos lácteos, carne magra y frijoles. Trata de limitar los alimentos procesados como los snacks, así como los alimentos ricos en grasas saturadas y azúcares simples. Además, beber suficiente agua todos los días puede ayudar a mantener el cuerpo hidratado.
Ejercicio regular
Hacer ejercicio regularmente es importante para mantener un sistema inmunológico saludable. Las recomendaciones generales de ejercicio para adultos son de al menos 150 minutos por semana. El ejercicio también puede ayudar a reducir el estrés, que puede afectar los niveles de glóbulos blancos.
Dormir bien
Es importante dormir de 7 a 8 horas cada noche para mantener un bienestar general. El sueño ayuda al cuerpo a recuperarse y a reparar el sistema inmunológico dañado. Evita los alimentos estimulantes como el café y el alcohol unas horas antes de acostarte y trata de reducir el estrés desde antes de acostarte.
Suplementos nutricionales
Los suplementos nutricionales pueden ser una excelente manera de aumentar los niveles de glóbulos blancos. Algunos de los más útiles son:
- Ácidos grasos omega-3: Los ácidos grasos omega-3 son importantes para el funcionamiento del sistema inmunológico. Se pueden encontrar en alimentos como el salmón, las semillas de chía y las nueces.
- Vitamina C: La vitamina C es un nutriente importante para el sistema inmune. Está presente en alimentos como el brócoli, los cítricos y los pimientos.
- Vitamina D: La vitamina D juega un papel importante en nuestro sistema inmune. Está disponible en el pescado graso y en los productos lácteos, así como en forma de suplemento.
Habla con tu médico o nutrientista si estás considerando tomar suplementos nutricionales para aumentar tus niveles de glóbulos blancos.
Otras sugerencias
Además de las sugerencias anteriores, aquí hay algunas otras cosas que puedes hacer para aumentar tus niveles de glóbulos blancos:
- Lavarse las manos con frecuencia para prevenir los gérmenes.
- Tomar un fortificante inmunológico si el médico lo recomienda.
- Tomar suplementos inmunoactivadores si el médico lo recomienda.
- Tomar baños fríos o duchas para mejorar la circulación y la oxigenación.
Es importante que hables con tu médico antes de tomar suplementos nutricionales para aumentar tus niveles de glóbulos blancos. El médico puede ayudarte a determinar si los suplementos son seguros para tu situación y puede ayudarte a seguir un plan de tratamiento adecuado.
¿Cómo subir los glóbulos blancos están bajos?
Alimentos que debes incluir en tu dieta Té negro. Tal y como expone un estudio realizado por la Universidad de Harvard, al tomar cinco tazas de té negro al día, el nivel de leucocitos de tu sistema inmunológico se multiplicará por cuatro en apenas unos días, Yogur, Hongos, Ostras, Pimiento rojo, Espinacas , Ajo, Nueces, Limón, Linaza y Zanahoria. Además de los alimentos anteriormente mencionados, puedes incorporar algunos suplementos dietéticos como la vitamina B12, la vitamina C y el selenio para fortalecer tu sistema inmunológico y beneficiarte de los nutrientes en él contenidos. Asimismo, se recomienda evitar el consumo de alcohol, el estrés y los malos hábitos alimentarios, ya que aumentan el riesgo de enfermedades y alteran los niveles de glóbulos blancos.
¿Que no debo comer si tengo glóbulos blancos bajos?
Alimentos que bajan las defensas Azúcar: su consumo favorece la aparición de virus, bacterias y otros agentes patógenos. Alcohol: el abuso acaba reduciendo los nutrientes, frena la multiplicación de glóbulos blancos e impide que los macrófagos se activen. Grasas saturadas y fritos: ya que dificultan la absorción de nutrientes necesarios para inmunizarse. Refrescos y alimentos ricos en aditivos: una gran parte de estos productos favorece el exceso de glucosa, sodium y fósforo en la sangre, agravando la inmunodeficiencia. Embutidos: tienen una relación directa con el crecimiento de glóbulos blancos, pues contienen nitritos que favorecen la reducción de glóbulos.