Cómo deben vestirse las siervas de Dios
La forma en que nos vestimos puede influir estéticamente en cómo la gente nos ve, y puede ser una herramienta que usemos para mostrar un mensaje. Las siervas de Dios se preguntan cómo deben vestirse, y aquí hay algunas cosas que recordar:
Vístete de acuerdo a tu cultura
La regla general sobre cómo vestirte es que los creyentes deben vestirse de acuerdo con lo que es aceptable en su cultura y su entorno. Esto significa que en la mayoría de los casos debes vestirte como la mayoría de la gente en tu cultura, donde los factores religiosos, étnicos y sociopolíticos son consideraciones importantes. Por ejemplo, en los entornos en los que la mayoría de las mujeres llevan la ropa más modesta, esto también se espera de las siervas de Dios.
Tamano y estilo
Los atuendos que usan las siervas de Dios deben ser:
- Modestos: El estilo de la ropa debe ser modesto. Esto significa evitar el uso de habilidades atrevidas como los escotes y las minifaldas.
- Apropiados para la ocasión: También debes usar la ropa adecuada para la ocasión. Esto significa que si vas a una boda, no debes llevar ropa informal.
- Cómodo: Las siervas de Dios también deben sentirse cómodas con su ropa. Esto significa que si algo te da incomodidad, no tienes que usarlo.
Usando adornos apropiados
Muchas siervas de Dios usan adornos para mostrar su devoción, como cruces o amuletos. Esto está bien, siempre y cuando sean apropiados para la situación. Por ejemplo, si asistes a una boda, sería mejor resistir el impulso de usar una cruz con un collar. El uso excesivo de joyas para mostrar tu devoción también puede no ser el mejor camino.
Es importante comprender la importancia de la apariencia cuando se trata de servir a Dios. La ropa y los adornos que usas pueden afectar cómo te ven los demás, y es importante recordar vestirse de acuerdo a las expectativas razonables de tu cultura.
¿Cómo se deben vestir los evangelicos?
Ropa debe quedarle bien (ni muy ajustada ni muy suelta);, no debe ser transparente, reveladora, o que distraiga de alguna manera;, debe estar limpia y en buenas condiciones;, no debe estar arrugada;, debe ser duradera, fácil de cuidar y adecuada para el clima de su misión; y , los estampados o patrones deben ser discretos. Además de la ropa, debe llevar accesorios como bufandas, sombreros, gafas de sol, etc.
En cuanto a la santidad, los evangelicos entienden que debe reflejarse desde la ropa. Pero también deben asegurarse de no usar marcas (joyería, tacones, etc.) que sean usadas para materialismo o simplemente para “mostrar”.
¿Qué dice la Biblia sobre la forma de vestir de la mujer?
Claro que la Biblia tiene respuestas para esa pregunta: “No vestirá la mujer traje de hombre, ni el hombre vestirá ropa de mujer; porque abominación es a Jehová tu Dios cualquiera que esto hace” (Deuteronomio 22:5). También dice: «¡Cuídate de tu hermosura! No te vistas con atavíos lujosos ni te engalanes con adornos de oro ni te pintes los ojos con colorantes, para atraer la atención» (Jeremías 4:30). En este sentido, la Biblia nos exhorta a vestirnos con moderación, modestia y pureza.
¿Cómo se visten los escogidos de Dios?
El vestido de un escogido de Dios ha sido diseñado por el mismo Dios, no temporal como el que le hizo a Adán y a Eva cuando pecaron contra él, sino un vestido con el que refleja su santidad, su compasión, su tolerancia, pero, sobre todo, el vestido del amor; lo mas importante para un escogido de Dios. Esto consiste en la modestia, la pureza, el respeto, la humildad, la confianza en Dios, el valentía, la justicia y el amor. Los escogidos de Dios deben vestirse en modestia y modo, y usar su ropa para reflejar los valores cristianos. Esto significa que su vestimenta no debe ser provocativa, ni debe incitar a los otros hacia un comportamiento inmoral. En general, los escogidos de Dios deberían vestir prendas que estén educadamente adecuadas y evitar una vestimenta demasiado reveladora.
¿Cuál es la vestidura espiritual?
Es una vestimenta que debemos preservar, valorar e incluso renovar. La “vestimenta” que necesitamos para afrontar la vida es espiritual. Esa “vestimenta” nos capacita para agradar a Dios y construir relaciones saludables y además nos da auténtica paz. Esta vestidura espiritual está compuesta por una mente transformada por el Espíritu Santo, con un corazón que obedece a la Palabra de Dios, fe para que el Señor nos provea tus necesidades, palabras edificantes a quienes nos rodean y un amor que se basa en el de Cristo. Esta vestidura espiritual es vital para mantenernos firmes en la fe, duros cuando tenemos que hacer frente a la adversidad y viviendo con la esperanza de ver la grandeza de Dios.