¿Cómo tratar los hongos en las uñas de los pies?
Los hongos en las uñas del pie son una afección común y pueden ser incómodos. Esta infección se denomina onicomicosis y, si no se trata, puede provocar un daño considerable en tus uñas y en la piel a su alrededor.
¿Qué causa los hongos en las uñas de los pies?
La onicomicosis es ocasionada por diversos tipos de hongos y levaduras que viven en superficies húmedas, por ejemplo, alrededor de piscinas, duchas comunitarias y vestuarios con mala ventilación.
Otras posibles causas son:
- problemas con la circulación
- una diabetes no controlada
- uso descontrolado de antibióticos
- uso de zapatos ajustados o malventilados
- lesiones profundas en nuestros pies
¿Cómo previene los hongos en las uñas de los pies?
El mejor modo de prevenir los hongos en las uñas de los pies es la limpieza normal, unida a una buena higiene. Se recomienda lavarse los pies con agua y jabón todos los días y mantenerlos lo más secos posible. Los zapatos deben ser cómodos, bien ventilados y de material absorbente, como la gamuza.
¿Cómo se trata la onicomicosis?
El tratamiento para esta infección puede variar y depende de la gravedad y ubicación de los hongos. Opciones para tratar los hongos en las uñas de los pies incluyen medicinas, láser, terapia de luz ultravioleta, crioterapia o cirugía.
Los tratamientos de medicina homeopática y naturales también pueden ser eficaces para curar esta afección, como por ejemplo:
- Escabicidas de venta libre
- aceites esenciales
- aceites vegetales
- vitamina E
- bicarbonato de sodio
- jugo de limón
Es importante recordar que algunos tratamientos, como los escabicidas, en lágrimas profundas o de los casos más avanzados, es necesario acudir al médico.
Conclusiones
Para prevenir los hongos en las uñas de los pies, es esencial limpiar y secar bien los pies, usar zapatos bien ventilados y materiales absorbentes, y evitar prácticas como andar sin zapatos en lugares como piscinas o duchas. Para tratar esta afección, existen varios métodos, tanto farmacológicos como naturales, aunque es recomendable buscar una consulta médica para elegir el tratamiento adecuado.
¿Cómo quitar los hongos de las uñas de los pies rápidamente?
Se puede poner bicarbonato de sodio dentro de los calcetines y zapatos para absorber la humedad. También se puede aplicar una pasta de bicarbonato de sodio y agua directamente en la uña afectada y dejar reposar por al menos 10 minutos antes de enjuagar. Repite esto varias veces al día hasta que el hongo desaparezca. Otra opción es usar una solución de vinagre y agua para limpiar la zona afectada y prevenir que el hongo regrese. Además, es importante que lave los pies diariamente con agua y jabón para controlar la infestación. Si los hongos persisten por más de una semana, es mejor acudir al médico para una evaluación y recibir tratamiento apropiado.
¿Cómo recuperar las uñas con hongos?
Lo mejor para curar hongos en las uñas de los pies es un tratamiento tópico, aplicado de forma externa y local sobre la superficie de la uñas, el cual puede combinarse con un tratamiento oral antifúngico, el cual sirve para curar la infección por completo y hacer que la uña recupere su estado original lo más pronto … posible. Esto se recomienda especialmente cuando el hongo ha invadido toda o parte de la uña, ya que el tratamiento tópico solo ayudará a eliminar los síntomas externos, pero no destruirá la infección por completo. Es importante consultar con un médico si el hongo persiste después de un tratamiento y seguir cuidadosamente las instrucciones del medicamento recetado para evitar recurrencias y revertir por completo el problema.
¿Cómo curar el hongo de la uña del dedo gordo del pie?
Si la raíz no está afectada, al principio se pueden emplear antifúngicos en forma de lacas y pintauñas durante 6-12 meses. El pediatra indicará, si hace falta, el tratamiento específico (antifúngico o antimicótico) por boca. Para los casos más graves que no responden al tratamiento en casa se requiere de tratamiento con laser o cirugía.
¿Por qué salen los hongos en las uñas de los pies?
Factores de riesgo Usar calzado que provoque un exceso de sudoración en los pies. Haber padecido pie de atleta en el pasado. Caminar descalzo en lugares públicos húmedos, como piscinas, gimnasios o vestuarios. Tener una pequeña lesión en la piel o las uñas. Una mala higiene general. Uñas largas, débiles o quebradizas. Usar el mismo par de zapatos o calcetines todos los días. Edad avanzada. Un sistema inmunológico debilitado. Hipersensibilidad a la humedad.