Cómo limpiar una cocina de gas
Una cocina de gas es una parte integral de muchos hogares modernos a nivel mundial. Estas cocinas nos permiten cocinar de maneras deliciosas y convenientes,pero también conllevan algunos problemas. Uno de estos problemas se refiere a cómo limpiarla adecuadamente. Sigue leyendo para descubrir cómo limpiar una cocina de gas sin problemas.
Antes de comenzar
- Desconecta tu cocina de gas: Asegúrate de que el interruptor de gas esté en la posición “apagado”. Luego desconecta el cable de tu cocina.
- Prepara los materiales: Debes preparar algunos materiales esenciales antes de comenzar la limpieza. Estos incluyen guantes de jardinería, un cepillo de cerdas blandas, bicarbonato de sodio, una esponja y un trapo húmedo.
Cómo limpiar una cocina de gas
- Cepilla suavemente los quemadores: Usa un cepillo con cerdas suaves para limpiar y retirar los restos de alimentos quemados alrededor de los quemadores. Esto también ayudará a evitar la acumulación de suciedad y grasa a largo plazo.
- Usa bicarbonato de sodio: Mezcla bicarbonato de sodio con agua para formar una pasta espesa. Aplica esta pasta a los quemadores y déjala actuar durante unos minutos para descomponer la suciedad. Luego usa una esponja húmeda para limpiar la pasta.
- Limpia los marcos: Con un trapo húmedo, limpia la parte exterior del marco de tu cocina. Luego usa un limpiador doméstico para eliminar los restos de grasa y suciedad.
- Termina limpiando los quemadores: Usa un trapo húmedo para limpiar los quemadores de la cocina. Asegúrate de que no haya suciedad residual en los quemadores antes de volver a encender la cocina.
Consejos
- Asegúrate de que la cocina esté completamente apagada antes de comenzar.
- Utiliza guantes de jardinería para proteger tus manos de los productos químicos.
- Elimina los restos de suciedad con una esponja húmeda y un trapo limpio.
¿Cómo quitar lo negro de la cocina de gas?
Un truco muy eficaz es llenar un barreño con agua caliente y un chorrito de vinagre. Mete los fogones en remojo alrededor de una hora. Durante este tiempo se eliminará toda la suciedad y grasa acumulada. Luego seca los fogones con un trapo, añade bicarbonato y vuelve a limpiar. Por último, puedes usar una esponja húmeda para retirar los restos de la suciedad.
¿Cómo limpiar la grasa de la cocina a gas?
Para la base de la cocina prepara una mezcla de agua y jabón líquido. Con una esponja, retira la suciedad más superficial. Si esta superficie está muy sucia, con mucha grasa o restos que ya se han secado, añade a la mezcla vinagre y déjalo unos minutos actuar para después retirarlo con una bayeta húmeda. En la parte superior de la cocina, solamente tendrás que usar una bayeta húmeda con jabón, sin exagerar con el agua para evitar que esta llegue al aparato. Cuando hayas limpiado el lugar, recuerda secarlo con un paño de manera adecuada.
¿Cómo limpiar la placa de la cocina de gas?
Mientras tanto, no dudes en frotar con una buena dosis de jabón y un chorro de agua toda la placa de la cocina de gas, que seguro también tiene suciedad. De este modo, también podrás centrarte en la limpieza de los orificios obstruidos por líquidos o alimentos. Después, con un trapo de algodón con alcohol isopropílico, desinfecta toda la superficie de la placa de la cocina de forma cuidadosa. Con esta segunda fase, todos los restos que hayan quedado, ya sea grasa o residuos, que puedan ser peligrosos para tu salud, desaparecerán.
¿Cómo limpiar la cocina a gas con bicarbonato?
Limpiar con bicarbonato los fogones de la cocina Mezcla bicarbonato con vinagre a partes iguales. Mezcla bien hasta tener una pasta con ambos ingredientes. Aplícala con la ayuda de una servilleta de papel o un estropajo suave, incidiendo en las zonas más sucias. Si quedan restos, elimínalos con una regleta o espátula. Finalmente, elimina la pasta con un trapo húmedo.
¿Cómo quitar lo quemado de los fogones?
Para empezar, añade el zumo de un limón o un buen chorro de vinagre blanco junto con un par de cucharadas de bicarbonato. Ahora, solo tienes que introducir los quemadores en el recipiente y dejarlos en remojo al menos una hora. Pasado este tiempo, sécalos y cúbrelos con bicarbonato. Utiliza un paño o una esponja y frota para eliminar lo quemado. Por último, enjuaga con agua, déjalo secar y vuelve a colocar los fogones.