Cómo comprar una tarjeta de vídeo o un procesador de segunda mano de forma segura: consejos sencillos
El mercado de hardware de segunda mano es ahora muy amplio, puedes comprar tarjetas gráficas muy antiguas o procesadores Pentium 4, así como modelos más nuevos. Es muy atractivo en cuanto a precio, puedes comprar una tarjeta gráfica de alto rendimiento de hace años por el precio de una más económica. En muchos sentidos, los proveedores de componentes usados son explotaciones mineras. Por un lado, esto es bueno, porque es realista comprar un equipo barato, pero por otro lado, el adaptador de vídeo y el procesador han estado trabajando sin parar durante mucho tiempo y podrían agotar la mayor parte de sus recursos. ¿Cómo no dejarse llevar por las tarjetas de vídeo y los procesadores calentados, los modelos reacondicionados y comprar componentes usados de calidad? Las respuestas están abajo.
Diagnóstico visual paso a paso
Hay que tener en cuenta, en primer lugar, que en el caso de un procesador es mucho más difícil determinar si está defectuoso. A menudo no es posible hacerlo visualmente. Cuando compres este equipo, siempre debes negociar una devolución en caso de que haya un problema con la CPU. Si vendes en persona, vale la pena ir a un centro de servicio, donde el procesador se pondrá en un banco de pruebas y se someterá a las pruebas de estrés. Aunque esto no garantizará al 100% que el procesador no se haya calentado, pero al menos te dará una idea de la estabilidad del mismo. Es mejor no comprar a distancia o sólo contra reembolso.
Las CPUs no suelen repararse, pero suelen calentarse, por lo que debes fijarte al comprarlas en el color del chip, debe ser gris claro, no oscuro, y también prestar atención a la integridad de todos los pines.
En el caso de una tarjeta de vídeo, tienes que dedicar más tiempo al diagnóstico visual.
Instrucciones paso a paso:
- Comprueba que las juntas están en su sitio. Aunque haya precintos, esto no significa que la tarjeta de vídeo no haya sido reparada, y se pueden quitar y volver a instalar. Si no hay juntas, le habrán hecho algún trabajo. Comprar una tarjeta de vídeo sin sello puede ser muy arriesgado.
- Mira el estado de los componentes de la placa. Es importante que compruebes que los condensadores -esa especie de barriles en la placa- no están hinchados (la parte superior debe ser perfectamente plana). Fíjate también en todo lo que pueda llamar la atención: una de las memorias instaladas de otro fabricante, donde debería haber los mismos transistores, etc., instaló un conjunto extraño. Si surgen sospechas, la compra debe ser rechazada.
- El color del textil cerca del chip. Muy a menudo, cuando el procesador se calienta, el color del tejido que lo rodea se vuelve oscuro. Es mejor rechazar esa compra. Sí, es posible que se oscurezca sin calentarse, pero esto tampoco es bueno, porque significa que la tarjeta de vídeo ha estado funcionando a una temperatura elevada. Merece la pena comprobar la textolita también en otras zonas, ya que algunos modelos tienen la refrigeración mal dispuesta y pueden sobrecalentar otro componente de la placa.
- Inspecciona el estado de los pines PCI-E. Aquí no debería haber problemas, signos de trabajo u oscurecimiento visibles. Si hay algún defecto, es mejor rechazar la compra.
- Comprueba que no hay marcas de soldadura. Si la placa presenta rastros de agentes de soldadura, no es buena idea comprarla.
- Pasa el dedo por el refrigerador. No debe hacer ningún ruido extraño ni frenar demasiado rápido durante el movimiento, debe funcionar de forma suave y uniforme.
- Comprueba el estado de los conectores. Si todo está visualmente bien, podemos seguir adelante. Los puertos no fallan tan a menudo.
Importante: Si tienes acceso a un multímetro, es mejor que lo utilices. Esto te permitirá comprobar las resistencias de las líneas principales de la tarjeta de vídeo.
Consejos para un correcto diagnóstico del software
Si la inspección visual es satisfactoria y no se han encontrado manipulaciones extrañas o rastros de condiciones extremas, merece la pena realizar un diagnóstico de software. Es importante darse cuenta de que ya han aprendido a manipular las tarjetas de vídeo. Cuando se conecte a la BIOS, se escribirá allí el modelo correcto, pero en realidad está lejos de serlo.
Para evitar que te atrapen en una falsificación, vale la pena hacer algunas pruebas. Es mejor no comprar una tarjeta de vídeo sin ella:
- GPU-Z de TechPowerUp. Introduce las especificaciones de la tarjeta gráfica original en Internet. Entonces, comprueba si la información del adaptador de vídeo real se corresponde con la que se supone que es. Lo primero que hay que comprobar son los shaders, el reloj de la GPU y el reloj por defecto. Si son mucho más pequeños, tenemos una falsificación. Por ejemplo, la GTX1060 3Gb debe tener 1152 shaders. Si se ve como 192 en la captura de pantalla, 100% es una tarjeta de video equivocada. Su potencia corresponderá al dispositivo del año 2011.
- FurMark puedes utilizar otros programas como Aida64. Ajusta la configuración a las características específicas de tu pantalla y realiza una prueba de esfuerzo a pantalla completa. Debe ser estable y sin ruidos extraños. Y es mejor mantenerlo durante unos 20 minutos para comprobar si el hardware mantiene su temperatura y no se reinicia.
- Ejecuta un benchmark en un juego, preferiblemente un juego que consuma muchos recursos como Assassin Creed. Comprueba los fps y, sobre todo, que no haya artefactos.
Si la tarjeta gráfica o el procesador funcionan satisfactoriamente durante la inspección visual y las pruebas, deberías comprar el hardware. Esto no significa que estés cubierto al 100%. Incluso una tarjeta gráfica nueva puede morir inesperadamente. Sin embargo, la probabilidad de que sea una buena compra y que dure lo suficiente es del 95%.