Cómo hacer marihuana
La marihuana es una planta muy famosa y, aunque podemos conseguirla fácilmente en algunas zonas, también podemos cultivarla nosotros mismos. Sin embargo, hay algunas cosas que debes considerar para cosechar una buena marihuana.
1. Elije un lugar apropiado
Es importante encontrar un lugar con buena luz solar, así que trata de encontrar un espacio con bastante luz natural. Luego debes tener en cuenta factores como la seguridad, el ruido, el tamaño y, por supuesto, la legalidad. Si estás en Estados Unidos, debes estar al tanto de la legislación local, que puede variar de estado a estado.
2. Elige una variedad de marihuana
Existen muchos tipos diferentes de marihuana que se pueden cultivar. Las tres variedades más comunes son sativas, índicas y híbridas. Cada uno presenta diferentes niveles de efectos y debe seleccionarse según tus preferencias. Además, también existen muchas variedades de cada una de estas categorías.
3. Prepara el suelo
Es importante preparar un suelo adecuado para la marihuana. Los nutrientes necesarios para el crecimiento de las plantas marihuana son los siguientes:
- Fósforo: El fósforo es un nutriente indispensable para el crecimiento de las plantas.
- Nitrógeno: El nitrógeno es un nutriente esencial para la producción de alimento de la marihuana.
- Potasio: El potasio ayuda a las plantas a absorber nutrientes y a producir una buena cosecha.
- Calcio: El calcio ayuda a las plantas a desarrollar un sistema radicular saludable y a prevenir la enfermedad.
4. Siembra las semillas
Una vez que hayas preparado el suelo y elegido la variedad de marihuana que quieres cultivar, puedes proceder a sembrar las semillas. Si compras las semillas de un vendedor, estas vienen etiquetadas para que sepas qué variedad es. Si compras plantas pre-enraizadas, también vendrán etiquetadas. Trata de colocar las semillas a una profundidad de aproximadamente 1 cm para que germinen bien. Asegúrate de regar las plantas hasta que la tierra esté húmeda pero no saturada.
5. Cosecha
Una vez que la marihuana esté madura, puedes cosecharla. Para determinar si la cosecha está madura, la mejor opción es observar la aparición de los pistilos, que son los pequeños pelos marrones que aparecen en la parte superior de la planta. Los pistilos se vuelven más oscuros cuanto más maduras estén las plantas, así que cuando veas que tienen el tono más oscuro, es tu momento de recoger la cosecha.
¿Cómo se lleva a cabo el proceso de la marihuana?
El ciclo de cultivo de marihuana comprende cuatro fases: la germinación, la plántula, el crecimiento y la floración. Reconocerlas y actuar en base a las necesidades de la planta en cada fase particular es absolutamente vital.
Germinación: Esta es la fase inicial, en la cual una semilla se abre y comienza a crecer. Necesita temperaturas cálidas y un terreno húmedo para convertirse en una plántula.
Plántula: Durante esta fase, la plántula crecerá hasta alcanzar al menos 8 cm de alto, desarrollará verdaderas hojas y se volverá más resistente.
Crecimiento: Luego de que la plántula esté completamente desarrollada, se la traslada a una maceta más grande e inicia su etapa de crecimiento. En esta fase, los tallos y las ramas tuercen y se vuelven más resistentes al crecimiento. También los números de hojas y brotes aumentarán.
Floración: Esta es la última fase, y la más importante, ya que es cuando la marihuana se vuelve totalmente madura para la cosecha. Las flores comenzarán a brotar, las follajes madurarán y los tricomas desarrollarán su coloración característica. Luego de esto se cosecha y la marihuana estará lista para el consumo.
¿Cómo se hace la marihuana para fumar?
Consiste en cortar las hojas de las plantas, dejando sólo las pequeñas hojas resinosas de alrededor de los cogollos. Debemos hacerlo cuando acabamos de cortar la planta, también hay quien prefiere cortarlas cuando la planta está aun viva, concretamente en sus últimos días de vida.
Una vez hechos los cortes, es importante preparar la marihuana que se fumará. El primer paso es secar las hojas que cortamos, para ello se recomienda usar un armario o un lugar cerrado con una temperatura entre 20-25 grados celsius. La humedad debe ser la correcta, el 55-65% es una buena recomendación.
Una vez seca, debemos tener cuidado de no mezclar los cogollos con ramas u otras partes de la planta. Se puede comprar un molinillo para hacerlo, y dejar que las hojas se pulvericen y nos quede una la marihuana lista para fumar. Para los más puristas, se pueden usar pipas y pequeñas bolsas con el fin de llevar a cabo los pasos anteriores.
En el caso de fumar en una pipa, hay que colocar una buena cantidad de marihuana lo suficientemente compactada en la cazoleta. Por último, hay que encender la marihuana con un mechero y esperar a que se encender bien. Si se hace de forma correcta, la marihuana empezará a desprender un olor característico. Y así, ya tendremos nuestra marihuana lista para fumar.