¿Merece la pena pagar de más por discos SSD caros o sólo pagamos por la marca?
Para responder brevemente a la pregunta, sí, los SSD caros superan a sus homólogos económicos, y de forma significativa. No se trata de una sola característica, sino de muchas. Pueden diferir en la velocidad de lectura, el tipo de memoria, la estabilidad de escritura/lectura y el número de ciclos de reescritura. En resumen, la diferencia entre los SSD más baratos y los más caros puede llegar a ser del 100-200%. Otra pregunta es: ¿realmente necesitas una unidad flash cara o bastará con una normal? Vamos a desglosarlo punto por punto.
Las principales diferencias
A continuación, ofrecemos un vistazo a las características y prestaciones básicas de los dispositivos de las diferentes categorías de precios en función de los parámetros clave.
Tipo de memoria
Hoy en día sólo hay 3 tipos de memoria en el mercado:
- TLC – Una opción relativamente barata, capaz de almacenar 3 bits de información. En general, es posible comprar un disco SSD razonablemente rápido con TLC por poco dinero, pero la velocidad de escritura es significativamente menor que con MLC. También el aumento de la densidad de las células tiene un impacto negativo en el número de ciclos de carga. Para contrarrestar la falta de velocidad, a la memoria TLC se le añade un pequeño búfer de memoria SLC, que es, con diferencia, la más rápida y duradera, pero también la más cara y de menor capacidad, por lo que es la única SSD que no fabrican.
- MLC permite almacenar 2 bits de datos en una celda. Comparada con la SLC, es el tipo de memoria más ligera y más débil (la vida útil es de unos 5000 ciclos de reescritura por célula de memoria). Al lado de los TLC y los MLC, estos últimos son, con diferencia, la mejor opción, ya que son más rápidos, más estables y consumen menos energía, además de durar más. La desventaja es el precio más elevado.
- QLC – El tipo más avanzado, capaz de almacenar 4 bits en una celda de memoria. El aumento de las densidades de escritura ha dado lugar a velocidades aún más bajas y a ciclos de reescritura más cortos (la vida aproximada de una célula QLC es de 1000 ciclos).
¿Qué conclusiones se pueden sacar de lo anterior? La MLC es la opción más preferible entre las existentes en general. Sin embargo, hay que tener en cuenta los casos especiales, ya que hoy en día Samsung llama a todas las unidades MLC, utilizando de hecho 3 bits en ellas, es decir, ya se han convertido en TLC. En esencia, se puede llamar MLC a cualquier tipo de memoria con 2 o más bits en una celda, pero esto es un poco confuso. Al mismo tiempo, un TLC de un buen fabricante puede superar a su homólogo MLC en todos los criterios sólo por la diferencia de coste. Con un presupuesto pequeño (hasta 10 mil rublos), esta opción será aún más interesante. En los siguientes párrafos analizaremos las diferencias con más detalle.
Velocidad de escritura y lectura
La velocidad de escritura es uno de los parámetros más importantes, pero no todo es sencillo. El hecho es que las velocidades de lectura y escritura en MLC pueden ser tan rápidas como 3300-3500 Mbit/seg e incluso más. Al mismo tiempo, el TLC funciona a unos 550Mbit/seg. Sólo que en ambos casos esta velocidad no se puede mantener cuando se copian archivos grandes. La velocidad máxima sólo se observa cuando se trabaja con una cantidad limitada de datos, ya que utiliza la memoria SLC más rápida, una especie de caché. En el TLC es de unos 10 GB y en el MLC puede que no exista, pero está presente en los dispositivos caros. La cantidad exacta depende de la capacidad de la propia unidad, que puede oscilar entre 3 GB y 40 GB.
Estabilidad de la transferencia de datos
Cuando se copien archivos grandes de 50 GB, se mantendrá la máxima velocidad de escritura durante los primeros gigabytes de la copia (en consonancia con la capacidad dinámica de la caché SLC). A continuación, la velocidad descenderá hasta la velocidad de trabajo de unos 500 Mbit/seg para una MLC típica y de unos 100 Mbit/seg para la TLC. Descartamos muchas convenciones y peculiaridades de las situaciones para no confundir a los lectores, son valores muy aproximados. Es decir, si necesitas un SSD para un trabajo normal, te bastará con el TLC normal, casi siempre trabajarás en la zona de caché SLC. La MLC es la mejor opción para quienes necesitan «digerir» grandes cantidades de datos a diario.
Usabilidad
Lo más fácil es dar un número aproximado de ciclos de reescritura. La TLC tiene 1000 ciclos y la MLC 3000 ciclos. En otras palabras, la MLC, en igualdad de condiciones, podrá durar bastante más. Este es un parámetro realmente importante tanto para el usuario medio como para las empresas.
¿Merece la pena pagar de más?
Todo es individual, ya que los SSD con memoria TLC son bastante decentes y con un presupuesto limitado cubren totalmente las necesidades de los usuarios. La caché SLC les permite ser bastante rápidos, diez veces más rápidos que los discos duros, al tiempo que obtienen más memoria al mismo precio. La MLC será aún más rápida, fiable y duradera, por lo que tiene sentido pagar de más por ella. De nuevo, siempre que exista la necesidad de esa velocidad prohibitiva. Si utilizas tu ordenador para fines de oficina, el TLC será suficiente. Para algunos juegos complejos que requieren muchos recursos, la MLC será una opción más interesante. También vale la pena pagar de más para los que se dedican profesionalmente a la edición, el desarrollo de juegos, la gestión de grandes cantidades de datos, etc.