Como Ducharse Con Agua Fria

Ventajas de Ducharse con Agua Fría

1. Mejora la circulación sanguínea

La primera ventaja es que mejora la circulación sanguínea. Al cambiar entre los extremos de la temperatura ambiente y la temperatura de la ducha, se acelera la circulación, estimulando los vasos sanguíneos.

2. Quema grasa

Un estudio realizado en la Universidad de Kiel en Alemania indicó que la ducha fría ayuda a quemar más grasa. Esto se debe a que el frío hace que el cuerpo aumente el metabolismo para mantener la temperatura corporal adecuada, quemando así calorías.

3. Reduce el estrés

Los efectos del estrés en el cuerpo pueden ser reducidos por una ducha fría porque reduce los niveles de cortisol, una hormona del estrés que se libera cuando tenemos una respuesta de «alarma».

4. Mejora el sistema inmunológico

A largo plazo, el uso de duchas frías aumenta el sistema inmunológico. El aumento del estrés y la temperatura corporal producidos por el frío estimulan la producción de glóbulos blancos, las células responsables de luchar contra las infecciones.

Consejos para tomar una ducha fría

  • Comience con agua tibia: Evite pasar directamente al agua fría, tome primero una ducha tibia para acostumbrarse al cambio.
  • Tome brevemente: Apague la ducha cada minuto o dos minutos y mueva el agua fría por todas las áreas de su cuerpo.
  • Baje la ducha: Baje gradualmente la ducha frecuentemente hasta que lo sienta frío.
  • Manténgase hidratado: Consuma mucha agua después de ducharse para evitar problemas relacionados con la deshidratación.

Conclusion

Las duchas frías tienen innumerables beneficios tanto para la salud como para el bienestar. Siempre consulte con su médico antes de intentar cambiar su rutina. Si empiezas con agua tibia y vas bajando poco a poco, puedes disminuir los efectos negativos, mientras te beneficias de los beneficios positivos de la ducha fría.

¿Cómo hacer para bañarse con agua fría?

Lo mejor es empezar poco a poco y enfriar el agua gradualmente para que tu cuerpo se vaya acostumbrando al cambio de temperatura. Además, no debemos alargarlas mucho, especialmente si estamos en invierno, pues pasar demasiado frío podría tener el efecto contario al que estamos buscando. Intenta con periodos cortos de un minuto o menos, lentamente aumentando el tiempo. Puedes añadir hielo, aunque no excedas en cantidad para evitar quemaduras. Usar un chorro potente de agua fría también puede ayudar a contribuir al descenso de temperatura inicial. Incluso podrías probar tomar un baño en un lago natural. Finalmente, es importante no exponer nuestro cuerpo a situaciones extremas y controlar nuestra temperatura interna.

¿Cómo tomar duchas frías sin enfermarse?

Cómo empezar a ducharnos con agua fría A la hora de iniciarnos en las duchas de agua fría, los expertos aconsejan ir poco a poco. Aconsejan empezar con una ducha de agua caliente y, luego, pasar al agua fría durante un periodo de tiempo que puede ir de los 30 segundos a los 2 minutos. La clave recuerda que el frío debe ir incrementándose gradualmente y que siempre debemos tomar precauciones. Por lo general, el recorrido de la ducha lo debemos reservar para lo último, es decir, a medida que nuestros músculos se van acostumbrando a esta temperatura. Posteriormente, se aconseja acabar con una ducha templada para poder neutralizar el frío. Si no queremos enfermarnos, siempre debemos tomar algunas precauciones. Por ejemplo, es importante no enfriarnos demasiado y no pasar horas mojados tras la ducha. Sin embargo, hay quienes recomiendan empezar con una rutina de agua templada y fría gradual, o acabar siempre con un baño en agua fría. Sea como sea, lo ideal es saber escucharnos a nosotros mismos y poder detectar cuál es el tiempo con el que nuestro cuerpo se siente cómodo.

¿Qué pasa si me ducho con agua fría?

Activa la circulación sanguínea, ya que los vasos sanguíneos se contraen y el pulso se acelera. Dado que estimula la circulación, también ayuda a evitar la aparición de varices y celulitis, alivia la sensación de piernas cansadas y combate la retención de líquidos. Asimismo, contribuye a la reducción de la retención de grasas, de los tejidos inflamados y de la hinchazón. Además, activa el sistema inmunológico, lo que ayuda a prevenir enfermedades infecciosas, debido a que aumenta el flujo de glóbulos blancos en el cuerpo que combaten las bacterias y virus. Es ideal para disminuir la fiebre y reducir la inflamación. La ducha con agua fría también mejora la resistencia al estrés al elevar los niveles de energía y alerta mental. Desde el punto de vista psicológico es una excelente alternativa para aliviar el estrés y la ansiedad.

En definitiva, bañarse con agua fría proporciona un montón de beneficios que contribuyen a la salud y el bienestar general.

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