¿Cómo Controlar el Mal Humor?
El mal humor es una emoción común que se suele presentar cuando no estamos bien emocional o mentalmente. Para ayudar a controlar el mal humor, hay una serie de actividades y estrategias que puedes implementar en tu vida para mejorar y equilibrar tu estado de ánimo.
Aquí hay algunas cosas que puedes hacer para controlar el mal humor:
Proporcionarse Tiempo
El tiempo para uno mismo es fundamental para evitar el mal humor. No importa si es 5 minutos cada día, 15 minutos al día tan pronto como llegue a casa, o simplemente una hora cada fin de semana. Puedes dedicar ese tiempo a hacer algo que disfrutes, como disfrutar de una actividad para relajarse, leer, pasear, etc.
Rutina diaria
Mantener una rutina es muy importante para controlar el mal humor. Dedica un par de horas al día a hacer actividades que disfrutes, o simplemente repasa la lista de tareas pendientes y realiza esas tareas y proyectos. Puede aumentar tu productividad y motivación, y te ayudará a alejar el mal humor.
Descansa
Cuidar el descanso es vital para deshacernos del mal humor y restaurar la energía. Busca encontrar descanso de calidad durante la noche. Debes evitar revisar el teléfono celular, laptop o ver la televisión antes de acostarte. Estas actividades pueden ser muy estimulantes y afectar la calidad del sueño.
Equilibra tu dieta
La dieta es fundamental para mejorar nuestro bienestar. Intenta comer alimentos sanos, equilibrados, con menos grasas y más proteínas. Reducir el azúcar y los alimentos con alto contenido en grasas saturadas hará una gran diferencia en la forma en que te sientes.
Ejercicios
Ser físicamente activo ayuda a liberar la tensión acumulada en el cuerpo. Esto contribuye a mejorar el estado de ánimo, dado que el ejercicio libera endorfinas al cuerpo. Probablemente debas probar varios ejercicios hasta que encuentres el que mejor se adapte a tus necesidades.
Escribe un diario
Escribir lo que sientes puede ser una excelente manera de canalizar tus emociones. Tus sentimientos pueden decirte mucho acerca de tu estado de ánimo, y a medida que te vayas acostumbrando a la escritura, puedes sacar muchas conclusiones de lo que está influyendo en tu humor.
Compórtate Bien
Finalmente, como decimos en nuestro blog, el comportamiento es clave para reducir el mal humor. Si te comportas positivamente con los demás, esto hará que te sientas mejor contigo mismo. Olvídate de los juicios hacia los demás, las comparaciones e intenta ser gentil y cariñoso.
Como puedes ver, hay muchas formas en que puedes controlar tu mal humor. Todas estas estrategias son simples y fáciles de implementar. Es necesario que tengas en cuenta que estos consejos pueden ayudarte en el corto plazo, pero con el tiempo debes buscar tratar el verdadero problema subyacente. Si sientes que los problemas emocionales o mentales están afectando tu salud, considere responder con ayuda profesional.
¿Cómo puedo controlar mi carácter explosivo?
Advertisement Piensa antes de hablar, Una vez que te hayas calmado, expresa tu malestar, Haz algo de ejercicio, Tómate un recreo, Identifica posibles soluciones, Recurre a las declaraciones en primera persona, No guardes rencor, Recurre al humor para liberar la tensión , Escucha activamente, Trata de encontrar la motivación detrás de los sentimientos, Practica la regulación emocional, Establece límites saludables, Establece la distancia para tomar perspectiva y Búsca ayuda profesional si es necesario.
¿Qué medicamento es bueno para el mal humor?
El litio es un estabilizador del humor muy utilizado. Algunos medicamentos anticonvulsivantes también se pueden considerar estabilizadores del humor, como el ácido valproico, la carbamazepina, la gabapentina y la lamotrigina. Los antidepresivos también pueden ayudar a combatir el mal humor, como los inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina (ISRS), los inhibidores de la recaptación de noradrenalina y dopamina (IRND) y los inhibidores de la monoaminooxidasa (IMAO).
¿Cuál es la causa del mal humor?
El mal humor es una respuesta emocional natural ante una situación que nos desborda, sobrepasando nuestro umbral de tolerancia a las demandas externas. De alguna forma, esa irritabilidad nos avisa a nosotros y a nuestro entorno relacional de que no podemos sostener mucho más tiempo el nivel de carga que llevamos. Puede ser debido a circunstancias externas, como problemas, insatisfacción laboral, conflictos interpersonales, problemas asociados al éxito, familiares, pérdidas o cambios. También puede ser debido a cuestiones emocionales y personales, como una no-aceptación de la propia realidad, el miedo, la ansiedad, el estrés, la tristeza, la frustración, la envidia, la culpa, el miedo al fracaso, el desequilibrio interno y la baja autoestima, entre otros motivos.