Cómo dejar de ser adicto al sexo
La adicción al sexo – también conocida como trastorno líbido compulsivo o sexodependencia- es una forma destructiva de la adicción a la que algunas personas pueden caer presa. Si sientes que no tienes control sobre tu comportamiento sexual y que tu vida se está viendo afectada de alguna manera, puede ser hora de buscar ayuda.
Pasos para dejar de ser adicto al sexo
- Reconócete. El primer paso para emprender el camino a la recuperación es el auto-reconocimiento. Debes darte cuenta que tienes un problema y que necesitas ayuda. Esto podría ser difícil porque la adicción al sexo puede estar acompañada por la vergüenza y el miedo y el deseo de darle la espalda.
- Búsca ayuda. Hay muchos recursos disponibles para la adicción al sexo. Desde Terapia y grupos de apoyo hasta recursos en línea que puedes usar para agregar herramientas útiles a tu bolsa de recuperación. Una vez que hayas decidido buscar ayuda, puede sentirse abrumador encontrar el lugar correcto para comenzar. Habla con tu médico, Tu trabajador social o el consejero de tu iglesia. Si no encuentras una solución en tu área local, hay muchos recursos en línea como recursos de terapia asistida por computadoras y ayuda en línea
- Crea un Plan. Una vez que hayas encontrado la ayuda adecuada, es importante que te comprometas a seguir un plan de recuperación para ayudarte a alcanzar tus objetivos y mantenerte enfocado. Puedes pedirle a tu terapeuta que te ayude a crear un plan que incluya objetivos a corto, mediano y largo plazo, y estrategias para cumplirlos.
- Enfócate en tu recuperación. La recuperación no ocurrirá de la noche a la mañana, por lo que es importante que te enfoques en tu recuperación y te mantengas enfocado. Busca actividades y actividades que te ayuden a mantenerte alejado de las actividades sexuales adictivas. Pueden incluir cosas como actividades recreativas, deportes, trabajo voluntario o ejercicio. Asistir a programas de apoyo también puede ayudar.
Consejos para recuperarte
- Haz ejercicio regularmente para mantener el exceso de tiempo libre a raya.
- Mantén tus relaciones personales saludables porque estas son la base para que aprendas a apreciar el amor de forma correcta.
- Haz algo constructivo con tu tiempo como visitar museos, andar en bicicleta o tomar clases.
- Conviértete en objetor de la pornografía puedes hacer esto bloqueándola en tu navegador y borrando las contraseñas de cuentas a las que tuvieses acceso.
- Buscar asesoramiento profesional si es necesario.
En conclusión, La adicción al sexo es una enfermedad que puede afectar a alguien de manera devastadora. Sin embargo, hay muchos recursos disponibles para ayudar a las personas a salir del ciclo adictivo. Con compromiso y trabajo duro, la recuperación es posible.
¿Por qué soy tan adicto al sexo?
¿Cuáles son sus causas? Entre las causas que pueden dar lugar a la adicción al sexo destacan tres grupos, en función del origen de las mismas: Ambiental: fracaso escolar, familia desestructurada y problemática o haber sufrido abusos en la infancia. Biológico: niveles de dopamina, serotonina y noradrenalina. Psicológico: trastornos de personalidad, estrés, ansiedad, etc.
Además de los factores mencionados anteriormente, el uso repetitivo y el abuso de sustancias como el alcohol o las drogas también pueden contribuir al desarrollo de la adicción al sexo.
¿Cómo puedo saber si soy adicto al sexo?
El principal síntoma de adicción al sexo es que “la persona intenta reducir este comportamiento sexual repetitivo sin éxito, manteniendo estas conductas sexuales a pesar de los numerosos problemas que le genera en diferentes ámbitos, o incluso sin obtener ya placer sexual de las mismas”, apunta Rodríguez.
Otros comportamientos asociados con la adicción al sexo, de acuerdo a los especialistas, son:
• Intentos de reducir las conductas sexuales repetidas sin éxito.
• Negar la existencia de problemas asociados con el comportamiento sexual.
• Negar el impacto negativo en los demás.
• Dedicar excesivo tiempo al comportamiento sexual a expensas de actividades laborales, personales, familiares u otras.
• Engañar a la pareja para satisfacer necesidades de comportamiento sexual.
• Experimentar vergüenza, culpa, ansiedad alrededor de estas conductas.
• Seguir usando el comportamiento sexual aún en situaciones peligrosas.
• Usar el comportamiento sexual como método de auto-regulación emocional.
Si identificas algunos de estos síntomas en ti, tal vez es hora de buscar ayuda. Existen diversos tratamientos disponibles, desde terapias cognitivo-conductuales hasta terapias de grupos especializadas. Mantén una mente abierta y recuerda que la recuperación es un proceso lento que requiere de mucho esfuerzo y compromiso.