Cómo Cultivar Fresas
Las fresas son una de las frutas más sabrosas del mundo y consideradas uno de los favoritos de todos. Se cultivan en casi todas partes en el mundo, desde los países del Norte de Europa, donde pueden encontrarse en los fruteros locales, hasta en otros países que siguen usando sus frutos para diversos usos culinarios. Esta guía le mostrará cómo cultivar fresas, dándole información básica sobre cómo se tiene que hacer.
Elegir la Ubicación
Es importante elegir un área para cultivar fresas que reciba mucho sol durante la mayor parte del día. Las fresas necesitan mucha luz solar para florecer. El suelo debe ser rico, bien drenado y mantener un pH alrededor de 6. Además, es importante tener en cuenta que deben mantenerse a unos 30 cm de otra hierba o árbol.
Prepare el suelo
Es mejor preparar el suelo antes de sembrar su cultivo. Quíteles la hojarasca y quítelos los desechos. Luego, rastrílelo para remover los restos de maleza y hacerlo más ligero. Después de ello, riegue el suelo con un buen abono orgánico y mezclelo bien con la tierra. Esto ciertamente mejorará el crecimiento de la planta.
Plantación
- Riegue bien el suelo antes de plantar.
- Agregue una cantidad apropiada de material orgánico a la zona de plantación.
- Las plantas tienen que ser lo suficientemente profundas para mantenerse en su lugar.
- Las fresas prefieren los sitios cálidos y soleados.
- Mantenga un espacio adecuado entre cada planta para que se de la luz del sol a todas.
- Utilice un buen abono orgánico en el suelo con regularidad.
Mantenimiento
Una vez que las fresas comienzan a crecer y los frutos están madurando, hay algunas cosas que hay que tener en cuenta para asegurar que sus cultivos sean exitosos. Aquí hay algunas cosas para recordar:
- Riego adecuado. Mantenga el suelo húmedo pero no saturado, reavíselo con regularidad.
- Abónate el suelo. El fertilizante añadirá nutrientes al suelo para mantener la planta saludable.
- Elimine la maleza. Retire la maleza para prevenir la infestación de insectos y para permitir que el sol llegue a la planta.
- Elimine las frutas enfermas. Retírelas para prevenir la propagación de enfermedades y para asegurar una buena cosecha.
- Cierre las plantas. Corte aquellas plantas que estén produciendo frutos de manera excesiva. Esto permitirá a las otras
plantas producir frutos de mejor calidad.
Finalmente, coseche sus frutos cuando estén maduros. En pocos meses tendrá la satisfacción de disfrutar de deliciosas fresas.
¿Cómo se cultiva la fresa paso a paso?
¿Cómo se siembran las fresas en semillero paso a paso? Introducimos 2-3 semillas de fresas en el semillero, Regamos con abundante agua, Cuando las semillas tengan 2-3 hojas, las trasplantamos a una maceta para que cojan fuerza, Nuevamente las plantamos en su lugar definitivo cuando tengan 8 cm de altura. Las Plantas tendrán que estar separadas entre si unos 30 cm, Regamos la tierra alumbrando siempre entre riegos, de forma que la tierra no quede saturada. Fertilizamos unas 2-3 veces al año con abono orgánico para aportar nutrientes a las plantas, Enverdamos las plantas para facilidad la recolección de las fresas. Finalmente, recolectamos las fresas dejando que que los frutos maduren al sol.
¿Cómo y cuándo se siembran las fresas?
El fresón es una de las plantas más tempranas y suele ser plantada a finales de enero, principios de febrero. Se siembran en agujeros pequeños y es mejor sembrarlas a mediados de diciembre cuando el suelo está todavía saturado de agua. La mejor manera de sembrar es hacer un agujero de aproximadamente 4 pulgadas de profundidad en el suelo, luego colocar una o dos plantas por agujero y cubrirlas con tierra. Si hay más de una planta, colocarlas a 6 pulgadas de distancia. Una vez estén en su lugar, colocar una ligera capa de mantillo alrededor de cada planta para mantener la humedad.
¿Cómo se cultivan las fresas en el suelo?
Si preferimos plantar las fresas directamente en la tierra del jardín o huerta, se recomienda hacerlo en caballones, es decir, surcos con lomos levantados. Deberás colocar las plántulas en la parte superior y dejar una separación de unos 30 cm entre una y otra. La tierra debe ser fértil, suelta y con buen drenaje. Debemos enriquecer el suelo con compost orgánico, abono mineral o emplear la técnica de las estacas: colocando abonos o estiércol a modo de palitos clavados a ambos lados de cada plántula. El riego debe ser abundante, regular y con agua a temperatura ambiente. Por último, para mantener la salud de la planta y su producción de frutos, es importante limpiar el suelo aledaño para evitar la aparición de malezas.