Cómo hacer ensayos literarios
Los ensayos literarios son una herramienta útil para explorar un tema de forma más profunda. Si bien hay muchas formas diferentes de narrar, describir y argumentar un tema determinado, hay algunos consejos básicos que pueden ayudar a identificar, comunicar eficazmente el mensaje a la audiencia.
Pasos para escribir un ensayo literario
- Elección del tema: elige un tema sobre el que quieres escribir. Algunos temas válidos para ensayos literarios incluyen un personaje, una epopeya, una crítica de un libro, etc.
- Investigación: reúne la información necesaria para tu ensayo. Si eliges escribir sobre un personaje, por ejemplo, puedes leer obras en las que este personaje ha aparecido, investigar sobre su origen, hablar con expertos o personas que conocen el tema o leer libros sobre su trabajo.
- Organización: organiza los datos recolectados. Esto ayuda a clarificar tus ideas y te impactará a encontrar el enfoque óptimo para tu escrito.
- Redacción: comienza tu ensayo con una introducción llamativa. De ser posible, agrega una metáfora o una frase impactante en la primera línea para lo que la audiencia se interese por tu tema. Luego, escribe el cuerpo del ensayo, agregando una por una las ideas y explicándolas de forma clara.
- Conclusión: finaliza con una conclusión fuerte que resuma tus ideas. Esta es la parte de tu ensayo donde debes comprender todas tus notas y argumentar una conclusión propia.
- Revisa tu trabajo: Tu trabajo escrito debe ser coherente, clara y bien estructurada. Por eso, se recomienda revisarlo varias veces para corregir errores ortográficos, y asegurarse de que todas las ideas estén conectadas de forma lógica.
- Ten en cuenta el punto de vista de la audiencia: muchas veces hay palabras o frases ambiguas que existen en inglés, las cuales, si no entienden tu punto de vista, tu audiencia no entenderá. Debes asumir que la audiencia no sabe nada acercas de tu tema y lograr que entienda el mensaje, agregando citas, explicaciones, frases, etc.
- Usa vocabulario adecuado: para que tu ensayo sea convincente, lo más importante es utilizar un vocabulario adecuado, teniendo en cuenta las necesidades de tu audiencia. No es necesario usar palabras difíciles para impresionar sino correctas, logrando así que tu ensayo sea fácil de comprender.
Seguir estos sencillos pasos te ayudará a realizar un ensayo literario de una forma más orgánica y fluida. Si bien un ensayo literario es una forma compleja de escribir, el resultado no sólo reflejará tu nivel de conocimiento, sino que también te ayudará a entender mejor un tema y mejorar tu habilidades de escritura.
¿Cómo se hace el ensayo literario?
Un ensayo consta de 3 partes fundamentales: introducción, nudo o cuerpo, y conclusión. A continuación veremos cada una de esas partes en detalle. La introducción le indica al lector: el propósito del escritor, el acercamiento al tema y la organización que seguirá el ensayo. El cuerpo o nudo del tema es la parte principal del ensayo donde se presentan los principales argumentos, con la evidencia necesaria. Esta parte del ensayo debe contener oraciones coherentes y conectar los argumentos. La conclusión sirve para expresar la opinión del escritor tanto sobre el tema del ensayo como sobre el tema en general. La conclusión del ensayo debe acercar las opiniones del escritor a su audiencia.
¿Qué es un ensayo literario y ejemplo?
Un ensayo literario es un texto escrito en prosa y con una extensión relativamente breve en el que el autor reflexiona o analiza un tema específico de libre elección. Este género literario se caracteriza por el abordaje riguroso, aunque personal y subjetivo del tema. De este modo, el autor expone sus ideas, argumentos y opiniones de manera ordenada y sintética para alcanzar una determinada conclusión.
Ejemplo:
En este ensayo, querría reflexionar sobre la transformación que la tecnología ha traído a nuestra vida cotidiana. Desde que los primeros teléfonos móviles aparecieron en el mercado, cambió drásticamente nuestra forma de relacionarnos con el mundo exterior. La aparición de Internet, luego, provocó un salto cualitativo encomiable. Es decir, comenzamos a tener acceso a contenidos, bienes y servicios de una forma muy rápida y sencilla. Esta facilidad para conseguir lo que deseamos nos ha robado una parte de la riqueza de la experiencia. Estamos cada vez más interesados en la rapidez y la eficacia que la tecnología nos ofrece y, en algunos casos, hemos perdido la mirada sobre la aventura que comporta obtener algo con esfuerzo. Tenemos una “creencia” casi instantánea, que nos ciega y nos impide disfrutar de los pequeños placeres de las conexiones. El hecho de tener todo a nuestro alcance no significa que nuestros ojos estén abiertos a todo lo que la vida nos ofrece. Para conseguir una plena conciencia, debemos aprender a aprehender el acto de vivir como un subjetivo, un no contacto con el universo. Debemos entender que los ciclos tienen su lugar y su espacio en la existencia humana. Solo entonces, podremos ver la verdadera belleza de una anhelada obtención a través del tiempo y el esfuerzo.