Cómo Dejar De Ser Violento
La violencia no solo afecta la salud física y mental de las personas, sino también la de sus familiares y amigos. Una persona violenta necesita de la ayuda de un profesional para cambiar sus patrones de conducta. Estas son algunas formas en que puedes ayudarte a ti mismo a dejar de ser violento:
1. Acepta tu comportamiento
Aceptar el comportamiento violento es el primer paso para salir de ese círculo y buscar ayuda.
2. Cree consciencia
Tener conciencia de tu comportamiento violento te ayudará a entender las causas y las consecuencias, por lo que te prepararás para enfrentar la situación si se presenta una nueva oportunidad.
3. Aprende a controlar la Ira
Después de aceptar el comportamiento violento, es esencial aprender a controlar la ira. Esto implica aprender formas efectivas de gestionar las emociones, como el control de la respiración, la distracción, el pensamiento positivo o la meditación.
4. Evita situaciones estresantes
Evita salir a lugares y situaciones en las que sabes que te pondrá a prueba. Los conflictos no siempre se tratan de ti, así que trata de alejarte de todos ellos.
5. Busca ayuda profesional
Un profesional es la mejor opción para tratar los problemas de comportamiento violento. Un terapeuta especializado puede ayudarte a entender la situación, a lidiar con muestras de enojo, y a tomar mejores decisiones cuando se presente la tentación de ser violento.
6. Mantén una rutina saludable
Mantén una vida saludable con suficiente sueño, ejercicio y comida saludable. Esto ayudará a liberar el estrés acumulado y te ayudará a relajarte y lidiar con los problemas de manera más adecuada.
7. Práctica la empatía
Es importante entender a tu familia, amigos e incluso a los desconocidos. Esto te ayudará a ponerte en el lugar de la otra persona, lo que te permitirá abordar las situaciones de manera pacífica.
Conclusion
Dejar de ser violento es un proceso difícil, pero no imposible. La clave es ser consciente del comportamiento, controlar la ira, evitar situaciones estresantes, buscar ayuda profesional y mantener una rutina saludable. También es importante practicar la empatía para entender mejor a la otra persona.
¿Cuando una persona es agresiva puede cambiar?
Se puede cambiar. Pero depende de su grado de empatía y conciencia de sus propias emociones. Si no tiene la capacidad para sentir lo que provocan en el otro y en sí mismo, difícilmente podrá generar un cambio. En estos casos, se suele recurrir a terapia. Esto ayuda a recuperar la capacidad de identificar y controlar las emociones y crear así una mejoractitud y maneras de relacionarse con los demás.
¿Cuál es el perfil de una persona violenta?
Las personas agresivas, estadísticamente, tienden a presentar una serie de rasgos psicológicos vinculados al poco respeto por las normas de convivencia. Esta característica está relacionada con su tendencia a la impulsividad y el desinterés por las metas relacionadas con el bien común. Entre los rasgos más comunes se encuentran la falta de empatía, la intención de controlar a los demás, la preocupación obsesiva por imponer su Voluntad, la inseguridad, la baja tolerancia a la frustración y la baja confianza en sí mismo. Esto puede provocar una espiral de agresividad cada vez mayor, puesto que el objetivo fundamental es imponer su Voluntad. Además, esta combinación de características puede generar frustración al percibir una resistencia excesiva a sus intenciones de poder. En resumen, el perfil de una persona violenta es el de un individuo que carece de control emocional, presenta un gran nivel de impulsividad y, por tanto, carece de empatía por los demás.
¿Cómo dejar de ser violento con tu pareja?
Resumen Confíes en tus instintos. Si algo no te parece bien, tómalo en serio, Aprende a reconocer las señales de alerta cuando alguien se está volviendo controlador o violento, Busca ayuda. Llama a la Línea Nacional contra la Violencia Doméstica (1-800-799-7233). Habla con alguien de confianza. Reconoce tus sentimientos. Aprende a controlar tus sentimientos sin pasarte. Aprende a utilizar las formas saludables de afrontar los conflictos. Reconoce cuando es hora de disculparse. Trabaja con un terapeuta individual para mejorar tus habilidades emocionales. Reconoce tus limitaciones y se sincero contigo mismo para solucionar los problemas. Pide a tu pareja que busque ayuda, si es necesario. Establece límites en tu relación. Intenta relajarte. Haz cosas que te hayan ayudado a hace sentir bien y actuar en forma segura a tu alrededor.
¿Por qué soy tan violento?
La manifestación de agresividad en una persona es la consecuencia de su propia frustración o de la interpretación de lo ocurrido como algo negativo. La intensidad de esta emoción puede variar desde sentirse molesto a enfadado, seguido de agresividad, culminando con una emoción más intensa como la rabia o la ira.
Existen algunos factores que pueden contribuir al comportamiento violento:
1. Factores familiares: entornos estresantes y disfuncionales pueden influir en la formación de conductas agresivas en la infancia.
2. Factores sociales: la influencia de personas, actividades y factores externos como la pobreza, el racismo y la discriminación pueden aumentar el riesgo de la violencia.
3. Factores de personalidad: personalidades impulsivas, impulsivas, agresivas, ageofóbicas (miedo a lo nuevo) y carentes de habilidades sociales tienen mayor riesgo de comportamiento violento.
4. Factores biológicos: ciertos trastornos mentales transitorios o crónicos, deterioro cognitivo, enfermedades cerebrovasculares o ciertos medicamentos pueden contribuir a la violencia.
Debido a estos factores, es importante buscar la ayuda adecuada para abordar la agresividad. Psicólogos clínicos, consejeros y terapeutas pueden ayudar a identificar la causa y tratar los problemas en su fuente para evitar que se vuelva a presentar dicho comportamiento. La terapia de comportamiento cognitivo y otros tratamientos psicológicos pueden ayudar a identificar los pensamientos, emociones y comportamientos que contribuyen al comportamiento violento. Además, los grupos de apoyo, como los que abordan la adicción, pueden ayudar a las personas a enfrentar sus problemas e incluso superar la agresividad.