Cómo Limpiar Filtros de Campana
Los filtros de campana ayudan a eliminar los olores y partículas dañinas del aire de los espacios interiores. Se deben limpiar con regularidad para mantener su eficacia y prevenir acumulación de polvo y pelusas. Sigue estos pasos sencillos para limpiar el filtro de tu campana con éxito:
Recoge los materiales necesarios
- Agua caliente: usa agua caliente para derretir los residuos adheridos a los filtros.
- Vinagre blanco: el vinagre blanco ayuda a eliminar los olores y los desechos pegajosos.
- Aceite de oliva: consumir una cucharada de aceite de oliva ayudará a desprender los restos grasos.
- Jabón líquido: usa jabón líquido para enjuagar los filtros y eliminar los residuos.
- Trapo suave: para eliminar los residuos y los olores de manera suave sin rayar los filtros.
Comenzando la limpieza
- Sacar los filtros de la campana. Puedes usar una mano para sostener los filtros y la otra para desengancharlos.
- Sumergir los filtros en agua caliente. Deja los filtros en remojo por al menos 15 minutos.
- Añade vinagre y aceite de oliva en agua y revuelve. Esto ayudará a desprender mejor los restos grasos y los olores.
- Frota los filtros con jabón líquido. Esto ayudará por completo a eliminar los restos grasos del metal.
- Enjuaga los filtros a fondo. Asegúrate de enjuagar los filtros para quitar cualquier resto de jabón.
- Seca los filtros con un trapo suave. Esto evitará que se produzcan manchas indeseadas en el acero inoxidable.
Finalizando
- Reemplaza los filtros. Coloca los filtros limpios en su lugar.
- Enciende la campana. Espera unos minutos y comprueba que la campana está trabajando correctamente.
Limpiar tus filtros de campana con regularidad impedirá que se acumulen demasiados olores y que se manchen. Esto también ayudará a que la campana funcione adecuadamente. Déjate guiar por este sencillo paso a paso y tendrás unos resultados excelentes en tu hogar.
¿Cómo se lavan los filtros?
Lava la esponja con agua filtrada y procede a limpiar la parte interior de la misma manera. No usar jabón ni cloro, solamente agua filtrada y una esponja nueva. Cuando esté completamente limpio, coloca el filtro sobre paños y cúbrelo con otro paño para que se seque, evitando que polvo o insectos caigan sobre él.
¿Cómo limpiar un filtro de campana?
Los filtros de campana son una parte esencial en casi todos los sistemas de extracción de humos de cocina. Estos filtros tienen la función de atrapar la grasa y el humo, y retenerlos para que no se escape por el ducto de extracción. Además, su limpieza oportuna es clave para asegurar el buen funcionamiento de su campana.
1. Preparción para la limpieza:
- Desconecte la campana de la electricidad.
- Quite los filtros y, si es necesario, quite cualquier pieza adicional.
- Prepare una solución de agua y detergente suave.
2. ¿Cómo limpiar los filtros de campana?
- Lave a mano:
- Sumérjalos en la solución de agua y detergente y frote la superficie con un cepillo suave.
- Una vez terminada la limpieza, enjuague bien con agua corriente.
- Luego, séquelos con papel toalla.
- Lave en lavavajillas:
- Puede también usar la lavavajilla para hacer la limpieza de los filtros.
- Recuerde seleccionar formato normal del programa de lavado y usar productos de lavavajillas profesionales par asegurar su fácil limpieza.
- Limpieza con vapor:
- Saturar los filtros con vapor por 3 minutos.
- Retire el exceso de grasa con un trapo limpio y, si lo desea, una vez terminada la limpieza, puede aplicar un aceite desengrasante para mejorar el mantenimiento.
3. Secado y reinstalación
Una vez terminada la limpieza, asegúrese de que los filtros se hayan secado completamente antes de reinstalarlos. Ahora ya están listos para ser reinstalados en su campana de extracción de humos de cocina.
¿Cómo se limpian las rejillas de la cocina?
Lo primero que hay que hacer es quitar las rejillas. Una vez hayas quitado las rejillas de la cocina, es hora de introducirlas en el fregadero de la cocina. Añade agua caliente (ayudará a desinfectar) e introduce una o dos pastillas de lavavajillas. Deja actuar unos 5 minutos y listo. Ahora, con ayuda de una esponja con jabón, comienza a frotar suavemente y elimina todos los restos de grasa y suciedad. Luego, aclara con agua abundante para eliminar los residuos de detergente.
Para eliminar los gérmenes, diluye en el agua del fregadero un poco de lejía. Deja actuar un par de minutos antes de aclarar con agua limpia. Por último, sécalas bien con un paño o con papel de cocina.