En 2014 el Youtuber Jim Sterling subió a su canal una ácida y cruda crítica del horrendo juego que envuelve uno de los mayores melodramas de la historia en el mundo del gaming. Para los que quieran estar más en contexto, les dejamos la reseña de Jim a continuación:
Slaughtering Grounds, el videojuego detrás de la discordia, es obra del estudio Digital Homicide, a quien no le gustó para nada el análisis de Jim Sterling. Por eso Robert Romine, el desarrollador y dueño de Digital Homicide, no tuvo mejor idea que calificarlo de “puto idiota” repetidamente en los comentarios del video y acusarlo de no saber jugar. No conforme con esto, Digital Homicide envió un petición YouTube para que retirarán, cosa que tampoco funcionó.
Todo este drama finalizó con una llamada de Skype entre el propio Sterling y Robert Romine, en donde discuten sobre cómo ve cada uno el vídeo, en donde Romine afirma lo siguiente:
Un día vas a tener suficientes suscriptores, vas a hacer suficiente dinero, se va a cansar de tu mierda y te van a demandar. No te digo que nosotros lo hagamos, estoy diciendo que alguien va a tener el dinero para hacerlo y vas a perder.
Tanto sólo 9 meses después, Romine demandó a Sterling por supuesta difamación. Ahora Digital Homicide reclama 10 millones de dólares en compensación por daños hacia su título, además de exigir las disculpas del Youtuber.
Esta novela no termina aquí y se pone más picante, volviéndose una locura extrema, ya Romine ha demandado a 100 usuarios de Steam por 18 millones de dólares, acusándolos por sus análisis negativos a los juegos del estudio. El juzgado de Arizona aceptó la demanda y ha enviado una citación a Steam, invitándolos a compartir los datos personales de estos usuarios que hicieron las críticas hacia el estudio.
En consecuencia Steam, ha decidido eliminar todos los juegos de Digital Homicide. Las palabras oficiales de la popular tienda de videojuegos fue: “Valve ha dejado de hacer negocios con Digital Homicide por ser hostil con los clientes de Steam”. Digital Homicide ha publicado una declaración en su página web en la que acusa a Valve de no poder proporcionar un espacio seguro para hacer negocios, además de anunciar que “buscan representación legal” y poner a la venta los 50 juegos del estudio en un paquete especial por 20 dólares.